- La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad crónica que, por lo general, se desarrolla en la infancia temprana, debuta en un 90% de los casos en los primeros años de vida, por lo que podemos considerarla como una enfermedad pediátrica y tiene una clínica característica dependiente de la edad.1
- Es una enfermedad muy común y muy prevalente, que se puede considerar que afecta al 10-20% de los niños en países desarrollados.1
- En el 90% de los pacientes, la DA comienza durante los primeros 5 años de vida. Característicamente el debut de las primeras lesiones ocurre a partir de las 3 o 4 primeras semanas de vida.1
Repasamos la DA en cifras:
- Entonces, sabiendo que la mayoría de los niños con DA mejoran cuando se acerca la pubertad… ¿podemos decir que la DA mejora o desaparece con la edad?
- La DA persiste durante la adolescencia y edad adulta en hasta el 10% de los pacientes con la enfermedad durante la niñez.3
- La pubertad representa un período muy importante, durante el cual ocurre un cambio en la prevalencia de la enfermedad (16,3% de las mujeres y 8,3% de los varones, p<0,001).4
Una cuestión muy importante es saber la verdadera prevalencia de la DA en la población adulta y adolescente. Este es un problema muy relevante, y aunque según programas de investigación epidemiológicos multinacionales la prevalencia de la DA en adolescentes y adultos españoles es similar (4,0% y 4,2%, respectivamente),2 este tipo de estudios tiene muchas limitaciones, pues las características clínicas de la DA del adulto muchas veces hacen que sea muy complicado, incluso un reto, poder llegar a hacer el diagnóstico.5
Características principales
- Prurito
- Morfología y distribución características: afectación facial y extensora en bebés y niños; compromiso de flexión con liquenificación en adultos
- Curso crónico o crónico con recaídas
- Antecedentes personales o familiares de atopia, que incluyen asma, rinitis alérgica, dermatitis atópica
Características secundarias
- Edad de inicio temprana
- Xerosis
- Hiperlinealidad palmar, ictiosis, queratosis pilaris
- Reactividad inmediata a la prueba cutánea, IgE sérica elevada
- Infección cutánea, incluidos Staphylococcus aureus y virus del herpes simple
- Eccema del pezón
- Queilitis
- Pitiriasis alba
- Dermografismo blanco, blanqueamiento tardío
- Acentuación perifolicular
- Cataratas subcapsulares anteriores
- Picor al sudar
- Dermatitis inespecífica de manos o pies
- Conjuntivitis recurrente
- Pliegues Dennie-Morgan
- Queratocono
- Eritema facial o palidez
Lyons JJ, el at. Immunol Allergy Clin North Am. 2015 Feb;35(1):161-83
La DA tiene un gran impacto en la calidad de vida, independientemente de la edad del paciente. Los pacientes con la enfermedad tienen puntuaciones inferiores no solo en los síntomas, sino también en el funcionamiento social y la salud mental.6
La gravedad de la DA pediátrica también tiene un impacto negativo significativo en la salud física y mental de las familias de estos niños, particularmente en las madres.6
Asimismo, la carga económica de la DA es muy significativa, suponiendo un factor más que empeora la calidad de vida de los pacientes y de sus familias. En la esfera mental, las patologías asociadas a DA reportadas con mayor frecuencia por los padres o cuidadores son la ansiedad y la depresión.6,7
Otra cuestión que va íntimamente asociada a la DA es el prurito y sus consecuencias: rascado crónico, sobreinfección, estímulo para la liberación de citoquinas proinflamatorias, alteración de la barrera cutánea, trastornos del sueño, etc. Sin duda, la presencia e intensidad del prurito (según puntuación del cuestionario ISS [Itch Severity Scale]) se relaciona altamente con la calidad de vida relacionada con la salud de los pacientes con DA.8
Es importante considerar que la gravedad de la DA, medida con las escalas habituales (EASI, SCORAD, BSA), el número de brotes, la necesidad de ingreso, el trastorno del sueño tanto en pacientes pediátricos como adultos, se relaciona con un mayor impacto en la calidad de vida (p<0,05).8
Según el cuestionario AESEC (Atopic Eczema Score of Emotional Consequences), que evalúa las consecuencias emocionales de vivir con DA, la mayoría de los pacientes expresan su deseo de poder llegar a tener una piel normal, sin dermatitis.9
La DA es una enfermedad crónica, y como hemos visto con un impacto emocional muy importante en el paciente y en su familia, y por tanto en la calidad de vida. Es importante que el dermatólogo sea consciente de este impacto, y que sepa trasladar al paciente su empatía y comprensión. En cualquier acto médico, además del proceso diagnóstico y terapéutico, debería existir un espacio para este intercambio emocional en cada consulta.
Las intervenciones psicológicas, cuando están disponibles, se deben brindar junto con la terapia convencional. Estas intervenciones pueden estar dirigidas al paciente y sus familiares; en el caso de niños, los padres serán el foco principal de los enfoques educativos y los niños el objetivo principal de las intervenciones psicológicas. La capacidad de un niño para participar de manera efectiva en una intervención educativa o psicológica dependerá de la idoneidad de la actividad para su edad y etapa de desarrollo.10
Las intervenciones psicológicas pueden llevarse a cabo en forma individual o grupal, aunque la terapia psicológica más específica tiende a brindarse de manera individualizada:10
Técnicas psicológicas que utilizan técnicas de reducción de la excitación
- Relajación progresiva.
- Entrenamiento autógeno.
- Imágenes guiadas o ‘visualización’.
- Biofeedback.
- Hipnoterapia.
Intervenciones conductuales
- Modificación de comportamientos.
- Reversión de hábitos.
- Programas de capacitación para cuidadores.
Terapias psicológicas enfocadas en procesos internos*
- Terapia de comportamiento cognitivo.
- Asesoramiento.
- Terapia familiar.
- Enfoques psicodinámicos.
Arents BWM, et al. Allergo J Int. 2019;28:277–288
*Estas técnicas se asocian al aumento de la percepción y pueden implicar el uso de técnicas específicas para cambiar los procesos psicológicos internos, el comportamiento externo y los estilos de afrontamiento.
Referencias
Lyons JJ, Milner JD, Stone KD. Atopic dermatitis in children: clinical features, pathophysiology, and treatment. Immunol Allergy Clin North Am. 2015 Feb;35(1):161-83.
Kowalska-Olędzka E, Czarnecka M, Baran A. Epidemiology of atopic dermatitis in Europe. J Drug Assess. 2019 Jun 12;8(1):126-128.
Celakovska J, Bukač J, Ettler K, Ettlerova K, Krcmova I. Atopic dermatitis in adolescents and adults – the evaluation of association with other allergic diseases and parameters. Food and Agricultural Immunology, 2017;28:6,933- 948.
Ricci G, Bellini F, Dondi A, Patrizi A, Pession A. Atopic dermatitis in adolescence. Dermatol Reports. 2011 Dec 19;4(1):e1.
Silvestre Salvador JF, Romero-Pérez D, Encabo-Durán B. Atopic Dermatitis in Adults: A Diagnostic Challenge. J Investig Allergol Clin Immunol. 2017;27(2):78-88.
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Carroll CL, Balkrishnan R, Feldman SR, Fleischer Jr AB, Manuel JC. The burden of atopic dermatitis: impact on the patient, family, and society. Pediatr Dermatol. May-Jun 2005;22(3):192-9.
Sánchez-Pérez J, Daudén-Tello E, Mora AM, Lara Surinyac L. Impacto de la calidad de vida relacionada con la salud en población pediátrica y adulta española con dermatitis atópica. Estudio PSEDA. Actas Dermosifiliogr. 2013;104(1):44-52.
Arents BWM, Mensing U, Seitz IA, Wettemann N, Fink-Wagner AH, de Carlo G, et al. Atopic eczema score of emotional consequences—a questionnaire to assess emotional consequences of atopic eczema. Allergo J Int. 2019;28:277–288.
Ersser SJ, Cowdell F, Latter S, Gardiner E, Flohr C, Thompson AR, et al. Psychological and educational interventions for atopic eczema in children. Cochrane Database Syst Rev. 2014 Jan 7;2014(1):CD004054
ES-IMMD-210030 Mar21