La DA ha demostrado tener consecuencias dramáticas, pudiendo afectar a los pacientes a nivel físico, emocional e incluso económico.

En el siguiente vídeo el Dr. Ricardo Ruiz Villaverde subrayará el impacto de la DA sobre los pacientes afectados, explicando tanto las manifestaciones clínicas típicas de la enfermedad como otras posibles comorbilidades.

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad cutánea común que supone una gran carga tanto para los pacientes como para sus familias y la sociedad.1

Los individuos con DA se ven afectados tanto por la condición en sí misma como por el estigma asociado con su visibilidad, siendo esta visibilidad más acentuada y con mayor impacto en el sexo femenino, pues tradicionalmente, siempre ha estado más pendiente de la exposición social.1

En consecuencia, las personas con DA tienden a expresar una menor calidad de vida relacionada con la salud y una mayor angustia que la población en general con algunas otras condiciones médicas.1 Es importante para los dermatólogos que realicemos una adecuada valoración de la calidad de vida basal que presentan nuestros pacientes. Para ello existen cuestionarios validados y ampliamente utilizados que han demostrado ser herramientas útiles en la consulta diaria, como el DLQI y el SF-36.1

La DA se asocia a menudo con:1,2

Alta morbilidad en el paciente, principalmente ansiedad y depresión. Recordemos que la ansiedad supone una importante fuente de picor y de establecimiento del ciclo de picor-rascado del que hemos hablado anteriormente.

Impacto económico para las familias y la sociedad. No solo existe un importante impacto en el consumo de tiempo diario que se precisa si se quieren aplicar las pautas de tratamiento de forma reglada (2-3 horas diarias según la serie consultada), sino también económico. Existen elevados costes directos que incluyen las visitas médicas, productos de higiene y otros tratamientos, y costes indirectos que derivan del uso de ropas, bajas laborales de los padres, absentismo escolar, que deben ser tenidos en cuenta en el abordaje de esta patología.

Impacto en la salud física: picor y rascado, sueño, dolor, sangrado, limitaciones alimentarias. Las alteraciones en el sueño tienen un claro reflejo en problemas relacionales y de comportamiento en sociedad, así como en el desarrollo intelectual que se acentúa más en la edad pediátrica y adolescente.

  • Impacto emocional: problemas de comportamiento, irritabilidad, problemas con el tratamiento.
  • Empeoramiento de las funciones física y social.
  • Cambios en el estilo de vida. Es frecuente el desarrollo de rutinas e incluso rituales diarios que hacen del centro de la dinámica personal y familiar el cuidado diario de la piel del paciente atópico.
  • Dificultades psicosociales con posibles consecuencias duraderas.
  • Afectación de las relaciones personales, aislamiento social.
  • Menor calidad de vida en familias con niños afectados. Esta afectación de la calidad de vida familiar está estrechamente relacionada con la gravedad de la enfermedad del miembro afectado.

“Debido a la complejidad bioquímica, genética y fenotípica asociada a la DA, se requiere un abordaje terapéutico individualizado”

Debemos considerar que existen una serie de necesidades no cubiertas asociadas a la DA, que podemos resumir en los siguientes puntos:3

  • Se deben implementar programas educativos para aumentar la capacidad de los pacientes para hacer frente a su enfermedad y fomentar el cumplimiento de las estrategias de manejo a largo plazo. Es importante por tanto favorecer el empoderamiento de nuestros pacientes y que se hagan corresponsables de los diferentes aspectos implicados en su enfermedad.4
  • El mayor desarrollo de nuevos fármacos antiinflamatorios tanto de aplicación tópica como sistémica (oral o subcutánea) debe basarse en un mayor conocimiento de información inmunológica y genética.3
  • El diseño de nuevos enfoques terapéuticos debe comenzar con el abordaje del conocimiento del estatus de la piel seca y basarse en la comprensión bioquímica de la función de la barrera epidérmica.3
  • La comprensión del papel de la autoinmunidad en la fisiopatología deberá, por tanto, conducir al diseño de nuevos enfoques terapéuticos.3
  • Por su complejidad genética y fenotípica, es preciso por tanto enfocar la DA de forma individualizada con el objetivo de considerar los aspectos más personales en distintos subgrupos, identificando distintos factores pronósticos.3
Los criterios diagnósticos de Hanifin y Rajka que se establecieron en 1980 siguen vigentes en la actualidad, si bien y a groso modo el diagnóstico clínico está basado en una dermatosis pruriginosa en un paciente con antecedentes personales de atopia, donde el eczema anida en localizaciones que se adaptan según la edad. Por ello, clínicamente y a diferencia de otras patologías cutáneas se ha preferido clasificar la atopia según la edad del paciente, pues tanto la localización como la intensidad de los síntomas pueden variar.5

Distribución de la DA según edad 5

DA infantil
(0-2 años)

Eczema agudo (exudativo), que generalmente afecta las mejillas, la cara, el triángulo nasal-labial, respetando el contorno perioral, el cuero cabelludo, el tronco y superficies extensoras de las extremidades.

DA en niños
(2 años-pubertad)

Eczema subagudo a crónico (menos exudativo que en la fase previa) que afecta a los pliegues de flexión, las caras dorsales de las extremidades, el área perioral y el área del pañal.

DA en adultos

Eczema crónico o liquenificado (exagerado del cuadriculado normal de la piel) y simétrico que afecta a las superficies flexoras de los miembros, muñecas, tobillos, párpados y mejillas.

DA en mayores

Lesiones eczematosas crónicas de localización ubicua e intensidad variable.

Junto a las manifestaciones clínicas típicas de la DA se encuentran otras, con frecuencia llamadas atípicas, a pesar de que muchas, como la xerosis cutánea, son una constante:6

  • Pitiriasis alba: manchas blanquecinas, con una fina descamación, redondeadas u ovaladas y de varios centímetros de diámetro. • Prurito atópico: erupción de pápulas muy pruriginosas, que como consecuencia del rascado evolucionan a excoriaciones, costras y cicatrices.
  • Eczema dishidrótico: lesiones vesiculosas en los dedos de manos y pies, que pueden aparecer en las palmas y las plantas.
  • Dermatitis plantar juvenil: eritema y aspecto brillante y apergaminado, no exudativo, en el tercio distal de las plantas y la cara plantar de los dedos, que se presenta principalmente en población adolescente influenciado por el uso de calzado cerrado.
  • Eczema irritativo que incluye eczemas en localizaciones de menor frecuencia o localizaciones especiales: queilitis descamativa, dermatitis irritativa perioral, eczema del pezón y determinadas formas de dermatitis del pañal.
  • Eritrodermia: es la forma más grave de la dermatitis atópica. Enrojecimiento generalizado de la piel, con intenso prurito, edema, exudación y descamación. Con frecuencia aparece fiebre, escalofríos, trastornos digestivos, adenopatías e infecciones bacterianas, cutáneas y sistémicas.

La comorbilidad es un término médico, acuñado por AR Fenstein en 1970, y que se refiere a dos conceptos:7

  • La presencia de uno o más trastornos (o enfermedades) además de la enfermedad o trastorno primario.
  • El efecto de estos trastornos o enfermedades adicionales.

Silverberg JI. Ann Allergy Asthma Immunol. 2019 Aug;123(2):144-151.

Comorbilidades frecuentes en la dermatitis atópica

Resumen de manifestaciones extracutáneas y comorbilidades en dermatitis atópica

1. Silverberg JI, et al. Ann Allergy Asthma Immnol 2018;121(5):604–12; 2. Silverberg JI, Allergy 2015;70:1300-8; 3. Schmitt J, et al. J Allergy Clin Immunol 2016;137(1):130–6; 4. Sánchez-Pérez J et al. Actas Dermosifiliogr. 2013;104(1):44–52; 5. Narala S, Hata TR. Dermatol Ther (Heidelb) 2017;7:111-121; 6. Paller et al. American Journal of Clinical Dermatology. 2018;19:821-838; 7. Acharya P, Mathur M. J Cosmet Dermatol 2019 Dec 24

Referencias

  1. Carroll CL, Balkrishnan R, Feldman SR, Fleischer Jr AB, Manuel JC. The burden of atopic dermatitis: impact on the patient, family, and society. Pediatr Dermatol. May-Jun 2005;22(3):192-9.

  2. Drucker AM, Wang AR, Li W-Q, Sevetson E, Block JK, Qureshi AA. The Burden of Atopic Dermatitis: Summary of a Report for the National Eczema Association J Invest Dermatol. 2017 Jan;137(1):26-30.

  3. WORLD ALLERGY ORGANIZATION. White Book on Allergy. Updated 2013. Disponible en: https://www.worldallergy.org /UserFiles/file/WhiteBook2-2013-v8.pdf. Último acceso: marzo de 2021.

  4. Pereyra-Rodriguez JJ, Dominguez-Cruz JJ, Hernandez-Montoya C, Galan-Gutiérrez M, Carrasco PM, Luna SA, Navarro-Triviño FJ, Del Pozo J, Ruiz-Villaverde R. Development and validation of a questionnaire to measure empowerment in adult patients with atopic dermatitis. The DATEMP questionnaire. J Dtsch Dermatol Ges. 2019 Sep;17(9):923-931.

  5. Figueras-Nart I, Palomares-Gracia O. Atopic Dermatitis: From Physiopathology to the Clinics. Disponible en: https://www.intechopen.com /online-first/atopic-dermatitis-from-physiopathology-to-the-clinics. Último acceso: marzo de 2021.

  6. Capdevilla EF. Dermatitis atópica. Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default /files/documentos/dermatopica.pdf. Último acceso: marzo de 2021.

  7. Feinstein AR. The pre-therapeutic classification of co-morbidity in chronic disease. J Chronic Dis. 1970;23(7):455-468. doi:10.1016/0021-9681(70)90054-8

  8. Silverberg JI. Comorbidities and the impact of atopic dermatitis. Ann Allergy Asthma Immunol. 2019 Aug;123(2):144-151.

  9. Brunner PM, Silverberg JI, Guttman-Yassky E, Paller AS, Kabashima K, Amagai M, et al. Increasing Comorbidities Suggest that Atopic Dermatitis Is a Systemic Disorder. J Invest Dermatol. 2017 Jan;137(1):18-25.

  10. Ivert LU, Wahlgren CF, Lindelöf B, Dal H, Bradley M, Johansson EK. Association between atopic dermatitis and autoimmune diseases: a population-based case-control study. Br J Dermatol. 2020 Oct 22. doi: 10.1111/bjd.19624.

ES-IMMD-210029 Mar21