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La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad crónica, idiopática e inmunomediada del intestino grueso que causa inflamación continua de la mucosa, que se extiende de forma variable desde el recto hasta el colon más proximal.1,2
La CU progresa de forma impredecible, lo que significa que generalmente empeora con el tiempo, pero su gravedad y el curso de la enfermedad puede ser variable. 3,4 La CU, junto con la enfermedad de Crohn, pertenecen a un grupo de enfermedades denominadas enfermedad inflamatoria intestinal (EII).2,5
En Argentina, se estima que hay más de 10.000 personas afectadas por la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa 1. Según estudios regionales 2,3, la prevalencia e incidencia de la EII es comparable a la observada en toda Latinoamérica y se destaca un aumento de estas en los últimos años en el país 4,5
La CU suele diagnosticarse antes de los 30 años, pero puede aparecer a cualquier edad.2,5
A lo largo de un año, el 52% de las personas con CU reconocen seguir teniendo síntomas.2
Entre el 5% y el 20% de las personas con CU tienen un pariente de primer grado con EII.2,5
Del 23% al 45% de las personas con CU finalmente requieren cirugía.7
Síntomas como la urgencia intestinal, la incontinencia y la incertidumbre sobre las recaídas de la enfermedad conducen a una carga sustancial y discapacidad entre los pacientes, que a menudo se subestima..4,8
El 56% de los pacientes con EII sintieron que la enfermedad afectó en su carrera profesional, de los cuales un 40% ha hecho ajustes a su vida laboral.8
Más de un tercio de los pacientes con EII sintieron que su enfermedad les frena a la hora de buscar una relación íntima.8
Más de dos tercios de los pacientes con EII tienen en cuenta la disponibilidad de baños cuando planean asistir a un evento.8
Los síntomas de la CU pueden ser impredecibles, por ello es importante que los pacientes evalúen los síntomas regularmente y hablen con sus médicos para compartir cómo la enfermedad afecta su vida diaria porque la intervención temprana conduce a mejores resultados.9
Aún quedan importantes necesidades por cubrir para las personas que viven con CU.10 El diagnóstico temprano y el manejo efectivo de la enfermedad es importante para controlar la progresión de la misma y mejorar los resultados a largo plazo.9 La inflamación persistente y una enfermedad más grave puede causar mayor daño intestinal, lo que lleva a la cirugía o al cáncer colorrectal.2,11
La evolución de los objetivos de tratamiento están elevando los estándares de cuidado estableciendo objetivos terapéuticos más ambiciosos para incluir remisión clínica, remisión endoscópica y curación mucosa, mejorando la calidad de vida sin necesidad de cirugía y ausencia de discapacidad.2,12,13
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